El verano y los niños… cuanto más seguro, más divertido.

¡Llegó el verano, y con el verano… las vacaciones! Suele ser una época de muchos cambios. Pasamos de la rutina de todo el año a un ritmo con menos horarios, más viajes, nuevos domicilios…Son días en los que aprovechamos para descansar y recuperar energías.
En verano toca vacaciones: ¡pero no vacaciones para la salud! Para que estas semanas nos sirvan de verdadero descanso y sean saludables tenemos que prepararlas bien y estar atentos a algunos consejos, especialmente cuando hay niños en la familia.

¿Cuáles son los riesgos más habituales del verano y los niños?

Los meses de verano suelen ser los de más riesgo de accidentes, especialmente para los pequeños de la casa. Dejamos atrás nuestro domicilio habitual en el que ya hemos tomado medidas de protección para enchufes, ventanas, escaleras, productos de limpieza, piscina…y pasamos a vivir en un apartamento o en la casa de un familiar donde es probable que no haya medidas de seguridad suficientes. Al llegar a nuestro lugar de vacaciones debemos revisar la casa y buscar posibles zonas de peligro. Y el lugar de más riesgo suele estar en el jardín: la piscina. Por desgracia, donde más ahogamientos se producen es precisamente en las piscinas de familiares, que no están valladas y que permiten el acceso a los más pequeños en un mínimo descuido, por ello debemos tomar las siguientes precauciones:

• Los niños deben aprender a nadar, o al menos a flotar, cuanto antes.
• Si los niños están jugando en un recinto con piscina no vallada deben permanecer todo el tiempo con flotador, manguitos o chaleco salvavidas aunque no vayan a bañarse en ese momento.

¿Qué deberíamos llevar con nosotros en vacaciones?

Cuando salgamos de vacaciones con niños conviene llevar revisada la cartilla de vacunas, y preparar un botiquín básico que nos permita afrontar las situaciones más frecuentes: protectores solares, cremas hidratantes, repelente de insectos, tratamiento para picaduras, algún antihistamínico, analgésicos y antitérmicos. A la hora de buscar el lugar de vacaciones también conviene tener previsto algún hospital o centro médico cercano por si surge alguna urgencia.

A la hora de enfrentarnos al sol: llevar gorros o gorras con visera, poner crema protectora media hora antes de salir de casa y repetir la aplicación cada dos horas, y, en general, evitar la exposición prolongada al sol.

El verano y el coche: la seguridad es lo primero.

Antes de emprender viajes en coche hay que revisar las sillas de sujeción, comprobar que los anclajes funcionan correctamente y que cumplen con los requisitos de la normativa recientemente aprobada en materia de seguridad vial. En el coche los niños deben ir siempre bien sujetos, incluso para desplazamientos cortos. Hay que intentar viajar en horas de menos calor y beber agua y otros líquidos con frecuencia. Evitar salir a la calle o viajar en horas de mucho calor.

El verano y los niños… un momento estupendo para descansar, hacer más deporte, excursiones y disfrutar pasando más tiempo con vuestros hijos.

¡Felices vacaciones!